Un sitio web es como una tienda en un centro comercial, pero en lugar de vender cosas, ofrece información, imágenes, videos, y más. Cada tienda tiene una dirección (un dominio), como «www.midominio.com». Es como la dirección de una tienda en la vida real, donde puedes ir a buscar lo que necesites.
Cuando escribes el nombre de un sitio web en tu navegador (como Chrome o Safari), es como si le pidieras a tu GPS que te lleve a esa tienda. Tu navegador envía una solicitud a una gran «bodega» llamada servidor, que guarda todos los productos (o información) que la tienda tiene. El servidor recibe tu solicitud y te muestra el contenido del sitio web en tu pantalla, como si estuvieras entrando a la tienda y viendo lo que tienen.
Dentro del sitio web, puedes hacer clic en diferentes «pasillos» (secciones) para ver lo que te interesa, igual que en una tienda física. El diseñador web es como el encargado de decorar la tienda, asegurándose de que todo esté bien organizado y que sea fácil de navegar.
Los sitios web también deben funcionar bien en cualquier «pantalla», ya sea una computadora grande o un teléfono pequeño. Para eso, usan algo llamado diseño adaptable o responsive design, lo que significa que la tienda (o sitio web) se ajusta para verse bien en cualquier dispositivo.
En resumen: Un sitio web es como una tienda en línea, con su propia dirección y productos que puedes explorar. Todo está guardado en una gran bodega (servidor), lista para que puedas visitarla cuando quieras. El sitio web se adapta a cualquier pantalla para que siempre puedas navegar cómodamente, ya sea en tu computadora o teléfono.