Imagina que el internet es como una ciudad gigantesca, ¡la más grande del mundo! En esta ciudad, cada casa es una computadora, teléfono o cualquier aparato que se conecta a internet. Así como cada casa tiene una dirección para saber dónde está, cada dispositivo tiene una dirección especial llamada IP. Es como la dirección de tu casa, pero en el mundo del internet.
Cuando quieres buscar algo en internet, como un video o una imagen, tu computadora envía un «mensaje» o «pregunta» a otro lugar de esa ciudad. Es como si estuvieras escribiendo una carta para pedir información. Pero, ¿cómo llega tu carta tan rápido a donde tiene que ir?
Aquí es donde entran en acción los servidores. Piensa en los servidores como súper carteros o mensajeros que saben exactamente a dónde tienen que llevar las cartas. Estos servidores reciben tu «pregunta» (o carta) y se encargan de buscar la respuesta correcta. Por ejemplo, si escribes «¿qué animales viven en la selva?», tu carta viaja por cables (o señales invisibles si es wifi) hasta el servidor, el servidor encuentra la respuesta y luego la envía de vuelta a ti, ¡todo en solo unos segundos!
El internet también tiene algo llamado protocolo, que es como el idioma que todas las computadoras, teléfonos y servidores usan para hablarse entre sí. Así se aseguran de que las preguntas y respuestas lleguen al lugar correcto.
En resumen: El internet es una gran ciudad llena de casas (dispositivos) que se envían cartas (información) a través de carteros súper rápidos (servidores). Estos servidores se encargan de encontrar la respuesta y devolvértela para que la veas en tu pantalla.